Reto Módulo 4

Para la realización del reto del módulo 4 he escogido un programa que desde hace algunos años se impulsa desde la Xunta de Galicia y que es el proyecto de las Casas Nido. La primera de las Casas Nido existentes en Galicia se abrió en 2016 y en la actualidad existen alrededor de 90. 

¿Y en que consisten las Casas Nido? Pues estas guarderías rurales están pensadas como una solución a las guarderías tradicionales en núcleos de población mayoritariamente rural, en concreto, pueden establecerse Casas Nido en aquellos ayuntamientos cuya población no supere los 5.000 habitantes. El proyecto puede ser promovido por un autónomo o por una cooperativa y el espíritu del mismo consiste en la creación de un espacio, ya sea en la vivienda particular del promotor o en otro local cedido o alquilado, donde poder prestar servicios a menores de entre 0 y 3 años. 

Cada Casa Nido puede atender a un máximo de 5 niños de entre los 3 meses y los 3 años de edad, por lo que la atención es muy personalizada. Las Casas Nido atienden a estos niños durante 8 horas al día, 11 meses al año de lunes a viernes por lo que suponen un gran apoyo a la conciliación familiar. El servicio es gratuito para las familias ya que la financiación es pública. Dentro de esta financiación se contemplan tanto los gastos salariales de la persona cuidadora como otros gastos de mantenimiento, para lo cual se destinan 19.600 euros anuales. Además también se puede financiar con fondos públicos los gastos relacionados con la puesta en marcha de la propia Casa Nido hasta un máximo de 15.000 euros. 

En cuanto al impacto de las Casas Nido en los roles de género, considero que el impacto es muy positivo y de gran importancia. En el reto del módulo 1 publicado en este mismo blog, analicé cómo eran las mujeres las que asumen una mayor carga en el cuidado de dependientes y por lo tanto, las que tienen una mayor dificultad a la hora de conciliar. La existencia de un espacio seguro en el que dejar a sus descendientes, y que además es gratuito, supone un gran impacto sobre la vida laboral de las mujeres residentes en los núcleos rurales. 

Además, las promotoras de las Casas Nido son mayoritariamente mujeres (88 de 89 en 2022, fuente: casas_nino_2022_0.pdf (xunta.gal)), por lo que el impacto en el empleo femenino es también positivo. Además, el proyecto permite que se fije población en el ámbito rural, por lo que también se generan empleos indirectos. 

El proyecto permite, por una parte, que una asignación de los presupuestos públicos vaya directamente a un proyecto que impacta positiva y significativamente en la igualdad. Por otra, permite un mayor acceso de la mujer al mercado laboral al favorecer la conciliación, lo que tiene un impacto positivo en el PIB. Además, al desarrollarse en ámbitos rurales, muchas de las madres desarrollan su actividad en el sector primario, lo que favorece la producción local y la independencia de terceros países. 

Cuesta encontrar políticas, planes o proyectos con un impacto tan positivo sobre los roles de género y que a la vez conlleven un aprovechamiento tan completo de los recursos. En este caso, las sinergias que se generan son muy significativas e impactan directamente sobre la mujer, en concreto sobre la mujer rural. 



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